Otro 'match ball' para el Valencia: necesita 17 millones para el 31 de enero

Vicente Soriano, actual presidente del Valencia CF, será el mayor protagonista del club durante este mes de enero. Serán más decisivas sus jugadas en el despacho que un regate de Joaquín, un quiebro de Silva o un remate de Villa. Dos acciones vitales que debe materializar antes del 31 de enero: un inversor que compre los terrenos del actual estadio de Mestalla y 17 millones de euros para hacer frente a los pagos de las fichas de los jugadores. Para el primer problema, el máximo mandatario declaró este lunes que en una semana se daría a conocer el nombre del comprador; para el segundo, todavía no está claro cómo obtener el líquido necesario.

Hace algo más de un mes, El Confidencial adelantó que el club che podría elegir el camino de vender alguna de sus figuras para tener holgura económica (ver noticia) pero Soriano ha preferido aguantar el tirón y apostar por un equipo de futuro sin vender a ninguna estrella.

El lunes tuvo lugar un consejo en el Valencia para conocer la actualidad económica del club. Soriano tranquilizó a los presentes prometiéndoles un comprador de las parcelas de Mestalla y dinero para antes del 31 de enero. De esta manera se descartó una idea inicial de votar la destitución. Soriano maneja el 12% de las acciones del club y la familia Soler el 35%, con lo que si en algún momento los Soler quieren quitar de en medio al actual presidente lo podrían hacer. Bautista Soler (padre) mantuvo una reunión con Vicente Soriano previa al consejo para darle la total confianza si el 1 de febrero ha solucionado todo, si no le destituiría. A esta confianza limitada también se la conoce como ultimátum. El ex presidente Juan Soler (hijo) fue el gestor que llevó al Valencia a este agujero económico, provocado por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Se estima que la familia tiene ‘invertidos’ en el club entre 70-75 millones de euros y ese dinero está en manos de Soriano; por lo que el uno necesita del otro y viceversa.

El Valencia tiene dos agujeros importantes: la deuda con Bancaja de 240 millones de euros y la construcción del nuevo estadio por valor de 300 millones, al cual no se trasladarán hasta 2011, por lo pronto. Además, según ha podido saber El Confidencial, el conjunto levantino necesita -para el 31 de enero- 17 millones de euros en pagos de la mitad de la ficha de la plantilla; a la entidad bancaria de Bancaja no ha acudido y se espera que no lo haga. Actualmente les está devolviendo un crédito. Tendrá que barajar otras opciones como el adelanto de cobros futuros o la ayuda de un tercero, como dijo Soriano el lunes por la noche: “Si alguien cree tener soluciones le invito a participar”.